viernes, 10 de octubre de 2008

El apostolado de la oración


Por Santa Teresita del Niño Jesús

Me vino últimamente un pensamiento que necesito comunicarte. Pensaba un día en lo que podría hacer para salvar las almas; un pasaje del Evangelio me dio una viva luz: en aquel tiempo Jesús decía a sus discípulos, mostrándoles los campos llenos de mieses maduras:

“Levantad los ojos y ved como los campos están ya lo bastante blancos para ser segados” y un poco más abajo: “En verdad, la mies es abundante, pero los obreros son pocos. PEDID, PUES, AL DUEÑO DE LA MIES QUE ENVÍE OBREROS”.

¡Que misterio! ¿No es Jesús omnipotente? ¿No son las criaturas de quien las ha hecho? ¿Por qué, pues, dice Jesús: “Rogad al dueño de la mies que envíe obreros…? ¿Por qué? ¡Ah! Es que Jesús siente por nosotros un amor tan incomprensible que quiere que tengamos parte con ÉL EN LA SALVACIÓN DE LAS ALMAS. No quiere hacer nada sin nosotras. El Creador del universo espera ORACIONES de una pobrecita alma para salvar a las demás almas, redimidas, como ella, al precio de toda su sangre.

Nuestra vocación no es ir a segar en los campos de las mieses maduras. Jesús no nos dice: “Bajad los ojos, mirad los campos e id a segar”. Nuestra misión es más sublime aún. He aquí las palabras de Jesús: “Levantad los ojos y ved…Ved como mi cielo hay sitios vacíos; os toca a vosotros llenarlos… Vosotros sois mi Moisés orando sobre la montaña. No espero más que una ORACIÓN, un suspiro de vuestro corazón”.

“El apostolado de la oración ¿no es por decirlo sí más elevado que el de la palabra?”

Homenaje en el centenario de su nacimiento: 1873-1973: 35 años del aniversario.

Editó Gabriel Pautasso
Diario Pampero
nº 112 Cordubensis
Instituto Eremita Urbanus

No hay comentarios: