sábado, 22 de noviembre de 2008

18 de Noviembre: Dedicación de las Basílicas de los Ss. Apósteles Pedro y Pablo.


La Dedicación de Santa María la Mayor, de San Miguel de San Juan de Letrán, la de las iglesias diocesanas y la de las Basílicas de San Pedro y San Pablo ocurren precisamente en el período después Pentecostés, cuando todas nuestras miradas convergen en el Mesías, cuya imagen son los Templos.

SAN PEDRO DEL VATICANO y SAN PABLO EXTRAMUROS son dos grandiosas Basílicas que el gran CONSTANTINO mandó construir en el lugar mismo en que entreambos santos Apósteles sufrieron el martirio. El Papa SAN SILVESTRE LAS CONSAGRÓ EL DÍA 18 DE NOVIEMBRE. La iglesia de SAN PEDRO está donde antes se levantara el circo de NERÓN; y bajo el altar mayor descansan los sagrados restos del Príncipe de los Apóstoles, que hacen de ella, con la de Letrán, el centro de todo el mundo católico. En ella se celebran las ordenaciones en lo Sábados de Témporas, y se celebra la Estación ocho días de los más calificados, como son Epifanía, Pentecostés y SAN MARCOS, las fiestas todas del Santo Apóstol, etc. Esta basílica, ya muy notable en el siglo IV, fue ampliada después y reconstruida de de nueva planta en el XVI, pues la antigua amenazaba ruina. Los Papas JULIO II y LEÓN X llamaron a los artistas más afamados y competentes de aquel entonces, y de los planos combinados de BRAMANTE y MIGUEL ÁNGEL BUONARUTTI salió el templo que se levanta sobre la tumba de SAN PEDRO, templo el más amplio y rico del mundo, cabeza de la Cristiandad. EL PAPA URBANO VIII lo consagró el 18 de noviembre de 1626. En SAN PEDRO caben 45.000 fieles y 32.000 en SAN PABLO.

La Basílica de SAN PABLO, sita en el extremo opuesto de la Ciudad Eterna, fue erigida también en el siglo IV sobre el Sepulcro del Apóstol de los Gentiles. Como estaba fuera de la ciudad, no se celebra en ella Estación sino sólo cuatro días. Un incendio la arraso casi por completo en 1823; pero fue luego levantada por el PAPA GREGORIO XVI y PÍO IX, con mayor magnificencia, y el 10 de Diciembre de 1854 fue consagrada por el mismo Papa, el cual instituyó también la Fiesta de hoy, reuniendo los aniversarios de entreambas Dedicaciones en su fecha primitiva.

Editó Gabriel Pautasso
Instituto Eremita Urbanus

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