Llegó
el postconcilio, y con él, el nuevo cura. Ya no vestirá sotana, vestirá como cualquiera,
y con torpe desenvoltura tratará de hablar y de reír como los demás. Con él
viene “la Iglesia de los pobres”,
pero él será el primer párroco con coche (“instrumento de trabajo”) para no
estar nunca en el pueblo.
Editó:
Lic. Gabriel Pautasso
No hay comentarios:
Publicar un comentario